una vez vi a Dios
me susurró un nombre al oído
era el mío propio
el de antes de nacer
desde entonces tengo dos nombres
el terrenal y el celestial
uno por el que me llaman
y otro por el que respondo
ORIGEN y DESTINO del libro Tenemos que hablar y otros cuentos sentimentales
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Las primeras salidas nocturnas por el ambiente las hice tarde. Primero me
enamoré con veintidós años de alguien que no pudo o no quiso corresponderme
com...
Hace 2 meses
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