te puse la otra mejilla
para que me besaras
y me dijiste que estabas cansada
te ofrecí mi cuerpo
para que comieras
y me dijiste que eras vegetariana
me convierto en hiedra verde
y me rechazas por pegajosa
dílo claro, no te gusto
sin embargo al llegar la noche
subes a la luna
y me bajas su reflejo
qué quieres que te diga
no te entiendo
soy más simple
las manzanas para pecar
y los astros para adornar
ORIGEN y DESTINO del libro Tenemos que hablar y otros cuentos sentimentales
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Las primeras salidas nocturnas por el ambiente las hice tarde. Primero me
enamoré con veintidós años de alguien que no pudo o no quiso corresponderme
com...
Hace 2 meses
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