el mundo sin moco

una cantidad ingente de moco
invadió el planeta
al salir a la calle
todo estaba impregnado
de esa película acuosa y pegajosa
de diferentes tonalidades
entre el amarillo naranjota
y el verde pistacho
que todos reconocemos como moco
los más miedosos enseguidan
vieron la invasión de una especie
extraterrestre agresiva
que con el envío
de toneladas y toneladas de moco
lo que pretendía era hacer
una rápida exploración
a la vez que marcar el terreno
de la futura invasión
los más estoicos siguieron viviendo
como si tal cosa mientras mascullaban
entre dientes 'algo tenía que pasar
tanta abundancia no era normal'
los más escépticos calculaban y calculaban
las consecuencias del moco en el futuro
sin por ello descartar el fin del mundo
los ecologistas enseguida vieron en el moco
una nueva fuente de energía que proveería
al mundo de una nueva fuerza capaz
de generar la revolución definitiva
los optimistas opinaban que los supuestos
extraterrestres habían enviado partes
de sus cuerpos para asegurarse que cuando
los viéramos enteros no los rechazaríamos
puesto que ellos venían en misión de paz
y comunicación de conocimiento

un día pasados los años de la invasión del moco
cuando ya nadie se fijaba en él y constituía
un compañero fiel de la cotidianidad
unos niños que jugaban al balón moco
en la plaza del Surtidor de Barcelona
contemplaron la aparición de un ángel
os traigo una buena nueva
dijo el ángel sonriendo
pronto os libraréis del moco
pero antes deberéis llorar por todo
lo ganado y lo perdido
lo deseado y lo amado
lo donado y lo ofendido
lo rechazado y lo recibido
y cuando lo hayáis llorado todo
el moco desaparecerá
y como si de una epidemia se tratara
todos los niños del mundo
se fueron contagiando de llanto
lloraron y lloraron
durante días semanas meses
concretamente once meses doce días y trece horas
hasta que una mañana de soleado invierno
la gente salió a la calle
y vio el mundo sin moco