miércoles, 7 de enero de 2009

para que el monstruo no me pueda

me planté frente al monstruo
mirándole directamente a los ojos
le pregunté
¿por qué existes? ¿qué quieres?
soy tú me dijo tranquilo
no puedes evitarme
voy contigo
pero yo no te quiero
le contesté afectada
quiero que desaparezcas
si yo no existiera
tú no podrías ser quien eres
ni justificar todos esos actos
que sabes no son tuyos
yo soy necesario
y siguió pelándose su mandarina
como si tal cosa
sin darme por vencida saqué
mi navaja del bolsillo
y la alcé amenazadora contra él
el monstruo levantó la vista
y sin inmutarse me advirtió
yo de ti no lo haría
sería como matarte a ti
fue entonces cuando se me ocurrió
hacer un pacto con él
si te mantienes tranquilo en tu rincón
prometo traerte mandarinas
cada mañana
en cambio si me posees
no hallarás en mí comida para tu estómago
me parece bien dijo masticando un gajo
aquí me encontrarás cada mañana

desde entonces visito a mi monstruo
todos los días
sé cómo es qué come qué respira
qué necesita
y siempre que puedo negocio con él
es la única manera de que no me pueda

No hay comentarios: