basta ya de cuchillas afiladas
rebanándonos el alba
cuando el sol anuncia
el nuevo día
tu y yo sabemos
pero no hacemos cuerpo
carne ensangrentada nos rodea
no es nuestra
son los cadáveres
de los ideales a los que otras
renunciaron
¿y por qué no drenar las ojeras
de lo desconocido?
si me amparo en la herencia del viento
es porque la herencia humana
hace daño en los sueños
tal vez haya llegado el momento
de abrir las cumbres que nos ahogan
y que las montañas sean volcanes
purificando las laderas
de nuestras almas
no arder no quemar
sencillamente saber llorar
lágrimas de fuego
tu y yo sabemos, amor
aunque a veces no recordemos
ORIGEN y DESTINO del libro Tenemos que hablar y otros cuentos sentimentales
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Las primeras salidas nocturnas por el ambiente las hice tarde. Primero me
enamoré con veintidós años de alguien que no pudo o no quiso corresponderme
com...
Hace 2 meses
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