lunes, 20 de abril de 2009

Tantas vidas

¿No te has despertado alguna vez
con la sensación de haber vivido
la vida en otro lugar, en otro tiempo?
Como si el dolor de las flores
mientras se les escapa el color y la luz
fuera la misma naturaleza del tiempo,
en su sentido más presente
en ese cuerpo que velamos
antes de enterrarlo
deseándole al alma que albergó
un viaje de sosiego y paz
hacia allí donde los espíritus
cubren las nubes y guardan
el secreto de la lluvia
Tantas vidas vivimos
como reminiscencias de otros nombres
tenemos
Y somos una aunque en nosotras
convivan tantas
Es por eso que cuando una mujer llora
en mi estómago se enciende un fuego antiguo
que he heredado
no sé si de mis sueños, de mis antepasadas
o de esas vidas paralelas que vivo aunque no siempre
sea yo la protagonista
Nuestra es la conservación y la vida
y la renovación
y esa revolución silenciosa cuya sangre
derramada se queda en compresas
que en cada ciclo nos recuerda
nuestro compromiso
nuestro ser
Nunca la sangre de otros
siempre la nuestra
para regar la tierra
para que esas flores renazcan
y su color y su luz
no sólo sea dolor cuando se extinguen
sino faro en un mar desbocado
cuyas olas no son domables
pero tienen la fuerza salvaje
de la inocencia que nos negamos
a entregar
Si alguna vez me pierdo en todas estas vidas
y mi nombre se extingue entre todos los nombres
algo guardarán los sueños de otras
algo de mí quedará en otras

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