para poder volar
solo hace falta una pluma
un papel en blanco
una pizca de imaginación
que te lleve más allá
de lo ya volado
y después un instinto temerario
o tal vez una nuca esbelta
y un erotismo de la caligrafía
que seduzca a todos aquellos
que consumimos la ficción
de otros
por lo demás cojo mi pluma
y escribo
un día imaginaré una obra
única y detrás de una otra
así entraré en el camino
celestial donde no es posible
imaginar ya nada porque todo
lo que allí ocurre ya no existe
ORIGEN y DESTINO del libro Tenemos que hablar y otros cuentos sentimentales
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Las primeras salidas nocturnas por el ambiente las hice tarde. Primero me
enamoré con veintidós años de alguien que no pudo o no quiso corresponderme
com...
Hace 2 meses
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