lunes, 18 de enero de 2010

en manos de una sirena

una sirena me salvó
cuando el mástil al que estaba
atada lo partió un rayo

estaba a punto de ahogarme
y ella me dio una bocanada
de aire

me dijo
el mar eterno
o el canto de mis hermanas
cerré los ojos
y confié mi vida
a la extraña sirena

cuando desperté
mi voz sonaba
a la inusitada tentación
de los dioses

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