mi mirada nítida se pierde
en la transparencia de la lluvia
no deseo otra cosa que la tierra
susurrando redención
y mi alma volviendo a creer
en que lo humano no es maldad
alguien ara surcos y siembra
corazones arrancados
no sé cómo la tierra ha absorbido
tanta sangre
y aún así la lluvia
prosigue su labor curativa
ORIGEN y DESTINO del libro Tenemos que hablar y otros cuentos sentimentales
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Las primeras salidas nocturnas por el ambiente las hice tarde. Primero me
enamoré con veintidós años de alguien que no pudo o no quiso corresponderme
com...
Hace 2 meses
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