lunes, 5 de abril de 2010

Después de ti, la niebla

Hay un árbol viejo
y raído por el frío
que me da sombra
en las noches soleadas

Lo encontré en una pesadilla
cuando ya nada esperaba,
un monstruo me perseguía
y él dio cobijo a mi alma

Ahora siento que se muere
y me pide ser baúl
de mis recuerdos,
a mi me duele su dolor
y no encuentro el valor
para hacer su voluntad

Tú, fresno antiguo
que con tu sombra
y tu abrigo
tantas madrugadas
fuiste generoso conmigo,
no te mueras todavía,
no te mueras amigo,
porque si te mueres
no habrá llanto en la tierra
que pueda calmar
la viudedad de mi saeta.

Después de ti,
la niebla

No hay comentarios: