Nunca elaboramos
un lenguaje secreto para las dos,
nos fiamos de la fuerza
que nos bebía por dentro,
de ahí que pasada la sed,
nuestra comunicación
se confundiera con el murmullo
de la multitud.
ORIGEN y DESTINO del libro Tenemos que hablar y otros cuentos sentimentales
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Las primeras salidas nocturnas por el ambiente las hice tarde. Primero me
enamoré con veintidós años de alguien que no pudo o no quiso corresponderme
com...
Hace 2 meses
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