Yo era una niña osada
que creía que se podía buscar la poesía
como se busca la solución de una ecuación,
se me daban bien las matemáticas
Un día escribí el poema más malo
jamás escrito,
eso enfadó tanto a los dioses
que no supieron si matarme
o enseñarme a escribir bien
para restaurar el mal hecho al Arte
Después de mucho debate,
unas cuantas diosas
de esas que siempre llevan la contraria
al poder, retaron a la mayoría
cuando ya Zeus y los otros
estaban por la labor
de fulminarme con un rayo
Entonces Artemisa y Atenea
a la cabeza se propusieron
la difícil tarea de enseñarme a escribir
buenos pensapoamientos
-sabían que la poesía pura sería una inútil tarea-
y con paciencia y gritos cósmicos
consiguieron que la que esto firma hoy
a veces ilumine alguna rosa
y pueda mostrarla con humildad
ante humanos y dioses
Hasta Zeus y los otros
a veces se pasan por este blog
y menean la cabeza con gesto asertivo,
'quién nos lo iba a decir...'
ORIGEN y DESTINO del libro Tenemos que hablar y otros cuentos sentimentales
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Hace 2 meses
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