Si no puedo flotar
en la nebulosa
de tu cuerpo,
me hundiré en la bruma
de un naufragio
a las orillas de tu vientre,
que no tiene por qué
ser un desastre,
sólo una manera más
de aprender a nadar
entre tus múltiples
jugos
sin perder por ello
la musculatura
de mi dignidad
ORIGEN y DESTINO del libro Tenemos que hablar y otros cuentos sentimentales
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Las primeras salidas nocturnas por el ambiente las hice tarde. Primero me
enamoré con veintidós años de alguien que no pudo o no quiso corresponderme
com...
Hace 2 meses
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