Cuando la vi era leona, rugía.
Pintada de tigresa iba yo por la selva,
impostora.
Nos miramos.
Ella salió de su piel
y fue girafa.
Yo salí de la mía
y fui gacela.
Desde entonces, caminamos
juntas y a veces nos miramos
a los ojos
sin decir un simple 'te quiero'.
Es lo que tiene
compartir el corazón
en la sabana
ORIGEN y DESTINO del libro Tenemos que hablar y otros cuentos sentimentales
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Las primeras salidas nocturnas por el ambiente las hice tarde. Primero me
enamoré con veintidós años de alguien que no pudo o no quiso corresponderme
com...
Hace 1 mes
2 comentarios:
Me encanta. Me acabo de enamorar de este pensapoamiento, es simplemente precioso, claro, sencillo.
Mencantamencanta, no puedo decir otra cosa. :)
Butterflied, no dejes de decir lo que sientes cuando lees mis pensapoamientos porque me das mucha pila
Un besote!
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