jueves, 27 de mayo de 2010

Compartir el corazón en la sabana

Cuando la vi era leona, rugía.
Pintada de tigresa iba yo por la selva,
impostora.
Nos miramos.
Ella salió de su piel
y fue girafa.
Yo salí de la mía
y fui gacela.
Desde entonces, caminamos
juntas y a veces nos miramos
a los ojos
sin decir un simple 'te quiero'.
Es lo que tiene
compartir el corazón
en la sabana

2 comentarios:

Estela Rengel dijo...

Me encanta. Me acabo de enamorar de este pensapoamiento, es simplemente precioso, claro, sencillo.
Mencantamencanta, no puedo decir otra cosa. :)

Laura Freijo Justo dijo...

Butterflied, no dejes de decir lo que sientes cuando lees mis pensapoamientos porque me das mucha pila
Un besote!