lunes, 10 de mayo de 2010

Las riego y espero

¡Qué animal que me engulle
cuando el gallo canta en la mañana!

¡Qué ruido que penetra en la televisión
de las imágenes imposibles
que como culebras en mis pensamientos
desordenan la razón bendita!

¡Qué amor que canta a lo imposible
y reniega al mismo tiempo de la aceptación
y la renuncia!

¡Que locura que no salta de matorral
en matorral sino que se corrompe
en contra del tribunal que la juzga!

Sólo las plantas en su quietud
me dan un poco de paz.

Las riego y espero...

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