La despedida fue corta
en comparación a lo que duró el duelo.
No sabría decirte si el duelo
ya pasó, sólo sé que ahora no duele,
pero si te viera no estoy segura
de la cicatriz.
Así se débil se muestra
este ser humano.
El olvido, sí, ha conquistado
las cimas de la nada
y se está bien esquiando
por la ladera de lo que un día
fue monte y ahora es nieve
blanca que todo lo cubre
Te he dicho adiós tantas veces,
con la mano, con la palabra,
con el estómago, con la lágrima,
que ahora el silencio es mi mejor
aliado.
Aunque así de débil se muestra
este ser humano,
escribiendo un pensapoamiento
de duda, de cicatriz mal curada,
de cumplemeses recíproco.
ORIGEN y DESTINO del libro Tenemos que hablar y otros cuentos sentimentales
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enamoré con veintidós años de alguien que no pudo o no quiso corresponderme
com...
Hace 2 meses
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