Riego las plantas cada noche
como quien suma la espuma
furtiva de las olas
y escribe con su blancura
la vida que nos va viviendo
y me hago a la idea
de que puedo manejarla
a mi voluntad y antojo
Después duermo ocho horas
en las que sueño cosas que no entiendo
porque si las entendiera
sabría qué es lo que me pasa
por qué a veces me despierto
de la profunda oscuridad del caos
Y ya en la mañana la luz del sol
me despereza para que piense
de nuevo que todo es posible
ORIGEN y DESTINO del libro Tenemos que hablar y otros cuentos sentimentales
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Las primeras salidas nocturnas por el ambiente las hice tarde. Primero me
enamoré con veintidós años de alguien que no pudo o no quiso corresponderme
com...
Hace 2 meses
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