sábado, 26 de junio de 2010

Que sea rosa o pájaro o azul de mar

No se puede ver a Dios sin entrar
en delirio
como no se puede ser la madre
del hombre Dios sin sufrir
los dolores de los hombres
y los dolores divinos

Tal vez haya que pedirle a Dios
que siga manifestándose en las pequeñas cosas
que no nos asuste con sus apariciones

Que sea rosa o pájaro o azul de mar
como suele ser sin ostentaciones
y que a nuestra muerte nos haga tierra
y nos perdone sin juzgarnos

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