Hubo una isla una vez
donde la sal fue mujer
y no al revés
Una isla de ríos
que eran por sí mismos
y no por el mar
que los esperaba
Una isla donde saber
y no saber se alternaban
desde el todo y la nada
Era un isla propicia
para hacer el amor
y vencer a la guerra
Una isla soñada
por los hombres de buena
voluntad y las mujeres sabias
A veces despertábamos de la isla
y no quedaba más que un recuerdo vago
y la sonrisa de haber estado
tan cerca del paraíso
Otras permanecíamos impertérritos
en nuestro rincón de barro
y nuestra mesa de futuro
a la espera de que el sueño
no fuera ése sino otro
ORIGEN y DESTINO del libro Tenemos que hablar y otros cuentos sentimentales
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Las primeras salidas nocturnas por el ambiente las hice tarde. Primero me
enamoré con veintidós años de alguien que no pudo o no quiso corresponderme
com...
Hace 2 meses
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