Ninguna de las dos se ha mirado
nunca en la pupila de la otra
por eso es más fácil seguir mirando el suelo
y suspirando en los cuadernos
que levantar la mirada
y admitir que pasan cebras
cada mañana
cuando los elefantes
siguen la senda del café
y el tigre ruge hambriento
en las entrañas
ORIGEN y DESTINO del libro Tenemos que hablar y otros cuentos sentimentales
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Las primeras salidas nocturnas por el ambiente las hice tarde. Primero me
enamoré con veintidós años de alguien que no pudo o no quiso corresponderme
com...
Hace 1 mes
2 comentarios:
¡Este es mi preferido, de momento!
Muack.
Emma.
Jajaja
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