No hay perdón para el fugitivo
Le late la desventaja de la incertidumbre
pero camina con paso firme dejando atrás
hasta su sombra
En el refugio intenta guarecerse
de la sangre de la guerra
de los huesos quebrados
en los que se han convertido las flores
del camino
Una voz le grita vuelve
no fue tan atroz tu crimen
Y cuando la niña se le acerca
con un llanto amarillo de crisálida
le seca las lágrimas
con sus dedos agrietados
y le entrega los restos
de su corazón roto
El silencio de la mentira
se apodera de la muerte
y los hermanos
dejan de matarse
mientras exhaustos
se miran a los ojos
abiertos a una ventana
donde alguien baila
distraído
¿Cuándo se convirtió el fugitivo
en disidente?
Nadie lo reconoce
ni su padre ni su madre
ni su amor reseco
entre plásticos de deshecho
El disidente le da la mano
a la niña y le dice que sabe
una palabra: 'paz'
ORIGEN y DESTINO del libro Tenemos que hablar y otros cuentos sentimentales
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Las primeras salidas nocturnas por el ambiente las hice tarde. Primero me
enamoré con veintidós años de alguien que no pudo o no quiso corresponderme
com...
Hace 2 meses
3 comentarios:
¡Se me ha partido el alma en dos!
Muack.
Emma.
¡Que lección!
Besos wapa.
Qué generosas sois siempre!
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