domingo, 1 de agosto de 2010

Usted martiriza mis sueños

Usted martiriza mis sueños
con sus cánticos irresistibles
que me llaman desde el alba

Me despierto sudada
y digo su nombre para que siga
hasta mi ombligo
o me olvide pasadas las once

Sin embargo, usted sigue martirizándome
con sus palabras desnudas
y su cuerpo cubierto apenas en enaguas

¿Ya sabe usted de sus visitas nocturnas?
¿Ya sabe usted el dolor que me causa?

Tendré que escribirle una carta
para quejarme por su falta de tacto
o tal vez para declararle mi amor,
al fin y al cabo al amor siempre le ha faltado
el tacto y las cosas con tacto casi siempre
se hacen con amor