viernes, 24 de septiembre de 2010

La verdadera historia de la Cenicienta

Vivía una vida de mierda,
tiznada siempre de ceniza,
con la ropa sucia y el deseo
manchado de oscuridad.

Mis hermanastras,
no es que fueran feas,
es que eran horribles
y mi madrastra no me dejaba
en paz; que si esto,
que si lo otro,
que si que mal
lo haces todo.

Mi infancia fue un infierno,
me convertí en un ser retraído,
enfurruñado que había perdido
la fe en el ser humano,
y en especial en la mujer

Cuando apareció la hada
le dije, se ha equivocado,
vaya a las habitaciones de arriba,
allá encontrará gente con esperanza,
aquí sólo hay negro y carbón
y una chica deprimida

No entiendo por qué no me hizo
caso y convirtió unas cosas
en otras y me calzó
y me puso un vestido
tan bonito que no me quedaba
especialmente bien pero
que me cambiaba la perspectiva
de mí misma

Sí, bailé con el estúpido
del príncipe pero también
estuve hablando mucho rato
con su hermana que era un ser
angelical, hermoso, inocente
como nunca había conocido

Cuando se lió aquella campaña
publicitaria del zapato
no me lo podía creer.
Les dije, no, vayan
a las habitaciones de arriba,
suban a probárselo
a mis hermanastras!

Pero el zapato encajó en mi pie:
¿Quién coño les había dicho
que yo quisiera ser reina?
¡A mí los hombres tampoco
me gustan! Grité desconsolada
¡El rey es el rey!
Me rugieron en los oídos,
que todavía ando medio sorda

La vida en palacio
no es mucho mejor
que en el zulo
en el que me tenían confinada
mis hermanastras y mi madrastra.

Al principio tuve que follar
mucho con el principe
pero como el rey es el rey
y él heredó el reino al poco de llegar
enseguida se disipó su interés por mí.
Sólo tiene interés por el niño
que llevo en mi vientre,
la ecografía dice que es varón.

Paso mucho rato con Gladis,
su hermana, creo que me estoy enamorando,
vivo consumida por si ella sentirá lo mismo
pero el miedo me paraliza
y me conformo con esta amistad profunda
que tenemos.

Si le gusta a usted Gladis,
me ha dicho la psicóloga,
es para compensar la ausencia
de su madre.

En el momento pensé,
¡que le corten la cabeza!
Pero después reaccioné
y me di cuenta del craso error
que sería deshacerme de la única persona
del reino que conoce todos mis secretos
y que siempre mantendrá el pico cerrado
por juramento hipocrático

A todas horas pienso en Gladis,
gran parte del día lo pasamos juntas,
necesito vivir esta historia de amor
con libertad: Cenicienta, siempre prisionera,
siempre presa de sus circunstancias,
cantan los trobadores que son más perspicaces
que el rey o el pueblo

Mientras el rey duerme tengo pensamientos
asesinos, y si lo mato y me convierto
en reina regente y cuando mi hijo crezca
que lo corenen, punto y pelota,
al fin y al cabo esto es lo que tiene
casarse con una plebeya sin educación,
que te puede salir rana, nunca mejor dicho.

Esta noche salgo en la televisión,
me hace una entrevista el presentador
de máxima audiencia, parece que el hecho
de venir de donde vengo me favorece
en las encuentas, el pueblo me adora,
he pensado salir del armario en directo,
ponerme muy melodramática y camelarlos
a todos.

II
No fui capaz de salir del armario
en la televisión, tuve miedo,
siempre he sido un poco cobarde,
entre otras cosas, por eso he aguantado
situaciones tan vejatorias,
pero parece que la suerte al final
no me abandona.

El rey está en coma,
ha tenido un grave accidente
con su aeroplano cuando sobrevolaba
las montañas del Norte.
Lo han encontrado de pura chorra,
un par de horas más y estaría muerto.

A estas horas lucha por su vida,
Gladis lo ama de verdad, es tan pura,
pero yo no hago otra cosa que rezar
para que se muera, sería mi salvación.

En público hago mi papel,
me pongo unas gotitas de colirio
y hago ver que lloro por las esquinas
de palacio. Mi niño se remueve
en mi vientre como si notara algo.
Y estoy de siete meses,
si se adelanta el parto,
mi bebé se salvará.

Le he insinuado a Gladis
lo mucho que siento por ella,
creo que ha entendido
pero no quiere ni oír hablar
estando su hermano como está.

Como es tan buena mentras me confesaba
me cogía la mano y me miraba con cara
de profunda bondad, ¿cómo no amarla?
¿Por qué no bailaría con ella en lugar
del príncipe? Me ha dicho que la idea
del zapato surgió de ella y yo alegre
de repente le he gritado, ¿lo ves?
¡El destino, tú ya me querías!

Tengo miedo de que esto se convierta
en un maldito drama lésbico
de esos que salen a veces en las telenovelas,
no lo podría soportar,
antes muerta que melodramática

Ahora sólo espero el desenlace final,
no me dejan acceder a la habiración
donde está enchufado el estúpido de mi marido,
no creo que sospechen, simplemente no quieren
que nadie le cree emociones fuertes
para que no se vaya al otro barrio.

La puta de su amante está alojada
en la parte de abajo, me la crucé ayer
cuando hacía mi paseo interior,
le sonreí, debo decir que el gusto
de su bendita majestad es bueno,
realmente bueno. Y yo le debo mucho,
no tendría tanta autoestima si él
no se hubiera encargado de sacarme
de las cenizas y el negro tiznado
de la mierda.

III
El rey lleva tres putos años en coma,
algunos todavía piensan que se recuperará,
al menos para ver caminar a su hijo,
para que le diga papá y le ceda el trono.
En calidad de regente tengo un poder
que nunca pensé que tendría, la verdad.
Peor aún, que nunca quise tener.
Pero no me va mal, porque para los caprichos
la regencia es ideal.

Gladis y yo hace tiempo que somos amantes.
No sé cómo pero se ha convertido en un ser
dependiente, miedoso y con tendencia al llanto.
A veces me lía unas escenitas que me entran
ganas de partirle la cara a hostias.
Tanta bondad, tanta bondad me pone del hígado.
Pero como nos casamos en nuestra intimidad
siento que debo mantener el compromiso.
Tonta que es una, la verdad.

En cambio, con quien me río mucho
es con la puta del rey que proviene
del arroyo, del mismo sitio que yo.
Ahora entiendo la especial debilidad
del rey por las mujeres desastradas,
en cuanto me hice reina perdí
ese encanto de purria que él veía
en mí.

Eloisa, la puta del rey, habla
el mismo idioma que yo,
se ríe de las mismas tonterías
y no tiene aspiraciones literarias
o filosóficas, su ética es la ética
de la supervivencia y el ser humano
le importa un pito, lo único que quiere
es vivir como nunca vivió. Y además
folla de maravilla, con el instinto,
no con el sentimiento. Vamos, lumpen,
lumpen como yo hace unos años.

Tengo más motivos que nunca para
que el rey se muera de una maldita vez.
Los médicos que lo tratan dan pocas
esperanzas de que se recupere y dicen
que si lo hace se quedará vegetal, vegetal.
Así que trato de promover la aprobación
de la eutanasia en el parlamento
para que tenga una muerte digna.
Y tengo a los conservadores en contra
y a los progresistas a favor, una mierda
porque empatan y el único nacionalista
del minisubreino del norte da por culo
con su absurda abstención.

Lo tengo decidido, si se despierta
cojo a mi hijo y a Eloisa
y me voy al reino vecino
con la excusa de que era una maltratada;
me acojo a la disidencia política
y empiezo a mover papeles para el divorcio.

IV
El rey ha muerto, Dios salve a la reina,
dice el pueblo y las televisiones.
¡Coño la puta de Cenicienta,
la de la mala vida, la fea tiznada,
la que no quería ni su padre,
la niña traumatizada, va a ser
la jodida reina de un país del
Primer Mundo! Anda que no es fuerte.

Estoy deseando
que mi hijo crezca, que pa eso ha sido
educado para gobernar, y acuda pronto
a relevarme. No hay quien aguante
tanta presión, esto es ser más exclava
que cuando me puteaban mis hermanastras,
al menos no tenía una cámara a la puerta
de palacio a cada momento que salía.
Si es que no puedo ni eruptar
con libertad después de comer,
joder.

Las cosas con Eloísa han comenzado
a ir fatal, se ha enterado que todavía
me acuesto con Gladis y amenaza
con contarle lo nuestro, es que no
sabe de maneras, es una puerca
y una desviada social. Me cansa
con su vocabulario soez y lleno
de palabrotas, para eso ya estoy
yo, para cagarme en su puta madre
si hace falta.

La voy a desterrar, al menos Gadis
cuando me lía un pollo lo hace
en francés y con citas de Proust,
que siempre es más delicado.
Con el tiempo aprendes a apreciar
la clase. Además, Gadis es mi mujer
secreta y le debo un respeto.

V
En todo este tiempo he tenido
muchas amantes pero siempre
vuelvo a Gadis aunque ella
esté plenamente dedicada a sus
estudios de álgebra y latín.
El nuestro es un amor a prueba
de amores.

He envejecido, lo que antes
era ceniza ahora son arrugas.
Mi hijo es un rey tolerante,
con capacidad de diálogo
y muy renovador. Estudió
en colegios caros de EEUU
y eso se nota. Su fiancé
es una mujer delicada
y divertida que aunque
no es de la realeza proviene
de la alta burguesía
de Nueva York, y eso me relaja,
otra como yo sería
un grave error.

Me he aficionado mucho a la moda
en los últimos años. De hecho,
cada pasarela Moderné de la capital
presento nueva colección,
sé que si vendo algo es por ser
la reina madre, pero ande yo
contenta ríase la gente.

Afortunadamente mi vida se ha calmado
muchísimo. Los años me han hecho
mucho más equilibrada y dialogante.
Mi hijo, por otra parte, me ha quitado
un enorme peso de encima,
aunque no sea libre del todo,
puedo decir que mis actos
me pertenecen sólo a mí
y no debo cuentas a nadie.
Es cierto que soy discreta,
el rey no debe tener una madre
disoluta y estúpida,
que va por ahí haciendo el imbécil,
pero todo se puede hacer
con mesura y discreción.

El resto, lo dejo en mis diarios,
es historia. Sólo tengo una cosa
que decirles, por favor,
dejen ya de joder con la historia
de Cenicienta. Así fue como pasó
y así se lo he contado.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Me has hecho reír, en serio, tu cuento me ha quitado por unos instantes el nerviosismo que llevo encima. ¡Y yo leyendo a seis días de mi boda!
Muack.
Emma.

Estela Rengel dijo...

Ojalá nos hubieran contado los cuentos de esta manera cuando éramos pequeñas... Otro gallo hubiera cantado. Sobra decir que me ha encantado.

Rosalía Navarro dijo...

¡Que bueno amiga! Cuanta ironía. Realmente es un buen cuento, una adaptación original y novedosa.
Besos wapa.

Anónimo dijo...

La madre de cenicienta, porque la del cordero no pinta nada Paula...jope que cuento...je,je...no tiene guasa la historia...
Un saludito.

Laura Freijo Justo dijo...

Ostras, Emma, qué guay que te cases! Los nervios son normales en esta situación! Enhorabuena!
Muchas gracias por vuestros comentarios, chicas, me dan mucha pila para seguir escribiendo estos pensapoamientos! Gracias!

Luis (Flamel) dijo...

sencillamente genial ,me he divertido...

Me alegro de conocerte,
Estaré visitándote.

Incal

Laura Freijo Justo dijo...

Incal, bienvenida al blog! Yo también me alegro de que te gusten mis pensapoamientos... Un saludo y hasta la próxima!