viernes, 22 de octubre de 2010

Adiós

Después de morder el vidrio
con la rabia de un ladrido
supe que podía seguir
lanzando piedras de ira
contra los escaparates
que exponen maldiciones
repasando mis cicatrices
bebiendo espuma salada
vomitando versos muertos
y haciendo ver que escribo
con la fuerza de un grito

Y aquí estoy yo de noche
a la sombra de la tele
sintiendo voces ajenas
en el fondo de una vida
entelada en las esquinas
sin importarme lo que digas
porque tu voz no se oye
y tus recuerdos marchitos
abonan esta pecera
de criaturas abisales

En verdad todo da igual
que te quedes o te marches
que vivas o escupas parches
yo pongo el papel celofán
y el mundo sigue feo
es difícil sobrevivir
y peor aún respirar
nada de lo que aquí digo
tiene ni puto sentido
así que vuelve a dormirte
tómate una pastilla
y olvídate que existes

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Eres una pensapoetisa, mi favorita.
Muack.

Laura Freijo Justo dijo...

Qué guay! Petonet!