domingo, 10 de octubre de 2010

Amistad libre de pagos

A veces miras a tu alrededor
y no estás sola,
manos de líneas firmes
o titubeantes o exhaladas
sostienen tus bostezos
y tus dudas
caminando hacia el mismo
sitio al que tú vas.

Entonces sientes el sostén
de tus deseos y de tus principios
alcanzando razonamientos de tesis.
Alguien te escucha
y sabe de ti,
alguien te tiene en cuenta,
tal vez alguien quiere
dormir a tu lado
sin la presión del deseo.

Y es la amistad a altas
horas de la madrugada,
paseando por senderos
poco transitados,
tal vez aislados del mundo,
-nunca se sabe adónde van
los amigos cuando se juntan
para reír, charlar e imaginar
que el mundo gira a favor-
la que da forma al vuelo
del pensamiento libre,
es la amistad la que
vierte el líquido
de eso que vulgarmente
llamamos esperanza
y que en verdad más tiene
que ver con el cambio
que con la espera
la que construye los puentes
que solos no podemos
ni queremos construir.

La vida no se sabe
si va en serio,
¡pero cuánto de futuro
tiene!

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