viernes, 22 de octubre de 2010

La paz

Nunca aspiré a la libertad
tal vez porque no existe
o porque me sé prisionera
de mil y una exclavitudes
y cuando la encontré
me perdí entre puertas
que llevaban a lo desconocido
y es que la libertad
tiene un precio que no pude
pagar o que me salió muy caro

Puede que el paraíso
sea el lugar donde los locos
encuentran la paz

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me uno en tu pensamiento, ese último párrafo...
Muack.

Laura Freijo Justo dijo...

Gracias, guapa!