Flores a la aurora

He visto el amor en la esquina
de tus labios sonriendo en la noche
pero vuelvo a doblar mi deseo
y lo guardo para mejor ocasión,
no quiero felicidad del querer
ni insistir como una adolescente
ya no es tiempo de mendigar
cariño o ternura en monedas
sin su cara y sin su cruz
caídas de canto para llevar
la contraria

Guárdate tu cuerpo para amantes
que te ericen la piel que yo
me vuelvo a mi cueva a cantar
a las cosas de la vida
a estudiar las líneas
de otras dudas y concentrarme
en estos escritos que me salvan
de la rutina y me hacen
más llevadera la negativa
de una ventana que creía
entreabierta

Sí, he visto flores a la aurora
y amaneceres con desnudos
turbadores y eneros como junios
floreciendo en estallidos
en cada brote de mis risas
pero ya no tengo ganas
de librar batallas contra espejos
ni sucumbir a los besos
de piedra que no llevan
a ninguna parte