I
esa tristeza que tú llevas
me suena de algo
en mis adentros
es la sombra de una herida
que perpleja se proyecta
en el espejo
donde anidan las decepciones
II
¿Recuerdas los días en que juntas
tocamos el vértice púbico
de la dulce victoria?
III
Crees que la felicidad es un deseo
pero he sabido
-porque un día crucé el espejo-
que es un trabajo
la constante música
de la que teje sin destejer de noche
ORIGEN y DESTINO del libro Tenemos que hablar y otros cuentos sentimentales
-
Las primeras salidas nocturnas por el ambiente las hice tarde. Primero me
enamoré con veintidós años de alguien que no pudo o no quiso corresponderme
com...
Hace 2 meses
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