mi espalda se curva
bajo el peso de los recuerdos ocultos
que en su verdor amargo
brotan en mis costillas
en un intento por suicidarse
y sé que mientras no florezcan
la sangre no limpiará mi casa
y sé que si el corazón palpita incierto
como el caballo que teme desbocarse
ante el látigo del tiempo
es porque sólo ve una salida
amor mujer
tus manos
caricia
savia
ORIGEN y DESTINO del libro Tenemos que hablar y otros cuentos sentimentales
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Las primeras salidas nocturnas por el ambiente las hice tarde. Primero me
enamoré con veintidós años de alguien que no pudo o no quiso corresponderme
com...
Hace 2 meses
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