es cierto
nunca será más guapa
que cuando te imaginé
mirándome entregada
si fui diosa fue por tus ojos
y si fui mortal fue por tu olvido
ahora que vago pisando
ciénagas y valles soleados
cuando los días y las noches
tienen el perfecto encanto
del que se mantiene
indemne ante las pasiones
me permito pájaros en el sombrero
y piropos en los dedos
quién sabe
igual alguien me devuelve la divinidad
igual hay nuevas diosas tras los matorrales
del error cotidiano
ORIGEN y DESTINO del libro Tenemos que hablar y otros cuentos sentimentales
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Las primeras salidas nocturnas por el ambiente las hice tarde. Primero me
enamoré con veintidós años de alguien que no pudo o no quiso corresponderme
com...
Hace 2 meses
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