Se inclinó tanto la cruz
que ya todo el mundo
olvidó su ínclito sacrificio
La palabra fue gesto
historia de creación
inocencia redentora
y así todos alguna vez
bebimos del vino eterno
y comimos de la carne sagrada
Se inclinó tanto la palabra divina
que todo el mundo olvidó su impagable sabiduría
Es hora de recordar
alto y claro
¡no matarás!
¡amarás al prójimo
como a ti mismo!
Dios es el junco
que permite el puente
la rodilla que se dobla
para entregar el perdón
Es hora de que la fe
renazca
ORIGEN y DESTINO del libro Tenemos que hablar y otros cuentos sentimentales
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Hace 2 meses
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