martes, 6 de abril de 2010

De princesas, ranas y versos enlazados a tu cintura

Si mis palabras
y mis versos de largo
que visten con esmero
todos mis únicos deseos
consiguieran levantarte
la falda de la conciencia
o provocarte la risa del orgasmo
-aunque fuera fingido
o en falso simulacro-
al fin el arte de jugar
a ser poeta
alcanzaría las altas cumbres
de los pronombres personales
que unen mis noches
con tus despertares al alba
al fin la magia de enhebrar
hilos de hechicera
abriría las ventanas
que dejaron entreabiertas
donjuanes y profetas
para seducir desde el rezo
el corazón que defienden
tus tetas y cuidan tus anhelos
porque de eso se trata
de llegar a las entrañas
del sentir de tus sábanas
para que tú, princesa,
dejes de ser rana

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