martes, 14 de diciembre de 2010

De este poema un deseo

A bocados me comía yo
tu corazón tu pecho tu agonía
y desnuda bailaba al alba
para que el mundo se enterara
que dentro llevo trozos de ti

De madrugada lanzaba yo estrellas
a los tejados y maullaba como una gata
y que la luz resbalara en mi piel
ardiente por la nieve de tus labios
y que el alfabeto se inventara
una y otra vez una y otra vez
para los incrédulos que en los puentes
tientan el destino después
de cualquier desengaño

Como una luna llena gozaba yo
de tu recuerdo cuando me dejas
en la puerta de la casa
y me dices hasta luego y pasa un tiempo
y tardas en volver y yo te espero
lo que haga falta porque vales la pena
porque el mundo sin ti está incompleto

Anda que si tu quisieras
te comía yo de los pies a las caderas
y me hacía tronco para bajar
a tu centro a tu esencia
como las raíces muerden la tierra

Pero de momento me conformo
con la maquinaria de esta sombra
que hace de este poema un deseo
y con los hilos de tu cuerpo
escribía yo nuestra historia

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