miércoles, 29 de diciembre de 2010

A vibrar!

He ahuyentado el miedo
de los dientes de la vagina
que se abre por las noches
en las fauces de un mar enemigo

Y al penetrar en el mundo acuoso
he entrevisto el dulce porvenir
del placer en mis dedos y he sentido
el fin de un época que seca
amenazaba con dormir para siempre
la belleza de mi ser, la pureza
de las olas de mi olfato

Sin duda he sido bella durmiente
pero a estas alturas prefiero
ser perra despierta, ladrido fiero,
ansias de comer lagunas enteras
y de beber la carne triturada
del deseo brindando por el ahora
que me lleva y me posee en el vértice
de un puerto desde el que me embarco
hacia el horizonte

Lujuria será verbo, lo sé,
y tú y yo algo consistente,
potente, racimo de uva deseada,
sueño hecho vidrio,
¿cómo lograr sobrevivir al ideal?
Mejor llegar a la ruina después
de haber visto la estatua del tiempo
que abrir una caja de regalo
y encontrarse gusanos sin manzana

Porque vamos a ver,
¿para qué coño estamos aquí
aparte de para roer sufrimiento
en jodidos momentos turbios?
Pues yo digo que estamos para saltar,
brincar sin beneficio, firmar
manifiestos de cariño, librar
la líbido, lamer como posesas
y decir, si, quiero a la vida,
a la Tía Tula que está tan reprimida,
a tu madre que todavía está rica,
y acercarme con firmeza a la mía
y decirle mira mama, nos vamos
a divorciar porque tanto tú
como yo tenemos derecho
a otros mundos que puede
que estén en este o en otros
eso ya se verá, ay mamá,
vamos a bailar y a olvidar
que tanta pesadez, tanta cruz,
tanto tanatorio que velar
nos ha dejao mustias,
arrevenías, ala, ala, a vibrar!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Que rompedor y que fuerza!
Muack.

Laura Freijo Justo dijo...

Pues sí, a veces salen así. Gracias por comentar Emma, te echaba de menos