Sí, había una sonrisa
de ángel terráqueo
en la faz de aquella estatua
que estuvimos a punto
de despertar.
Qué lástima que pasáramos
de largo y que aquella noche
la magia se escondiera
en la punta de los dedos
de la mañana que estaba
por llegar
Tal vez si nos hubiéramos
tirado al mar
la desnudez del frío
nos hubiera calentado
Pero pasamos de largo
y luego nos llamamos
por teléfono
como si nada
ORIGEN y DESTINO del libro Tenemos que hablar y otros cuentos sentimentales
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Las primeras salidas nocturnas por el ambiente las hice tarde. Primero me
enamoré con veintidós años de alguien que no pudo o no quiso corresponderme
com...
Hace 2 meses
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