La crueldad del tiempo
me ha alejado
de la que fui
ya casi ni me parezco
a mí misma
La ropa me pesa
como un alud
a una montaña
Equador de la luz
que declina
en esta tarde
de domingo
de invierno
Recorrido por fotografías
algunas veladas
otras imaginadas
y el resto digeridas
en el estómago
de alfileres
que las cuelga
en el corcho
del sentir
Si hubiera
grabado el corazón
en piedra
tal vez habría
un pequeño
monumento
con el entonces
En esta noche
de ventanas cerradas
no empujan los sueños
Las ruinas de un poema
subyacen en el rumor
de las olas
que con sus idas
y venidas
han borrado
nuestras manos
unidas
Cuando cerrar
los ojos es entrar
en el túnel
del sabor ácido
de la amargura
permanezco
despierta
en el insomnio
de la vida
No hay ni buenos
ni malos tiempos
sólo las migraciones
de nuestro dolor
y nuestra felicidad
Apenas el llanto
de una niña
acuna el triunfo
del viento
Carta abierta a Albert Tola
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Querido Albert Tola, Ardes y nos incendias y en ese fuego sagrado del
arder con los otros, con las otras, trasladas la sustancia de tu palabra
para sembr...
Hace 2 días
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