miércoles, 9 de marzo de 2011

Nadie recuerda

El fondo
azul oscuro
túnel de desvelos
imprevisto de violencia
que golpea en el reverso
de los deseos

Aún cuando los besos
eran posibles
siempre tuve la sospecha
de que había truco
cualquiera sabe
que detrás de la felicidad
llega el cheque del diablo

Entonces los ángeles
dimitieron en sus susurros
la gracia se llovió en el olvido
y los torbellinos mezquinos
entraron en escena
el cielo se quebró allá
cerca de nuestras cabezas

Carezco de criterio
el hambre se comió
mi moral, mi ética
los cadáveres malolientes
durmieron demasiado tiempo
a mi lado

Vi explotar los espejos
la esperanza
la granada de júbilo
que tanto odiaron
los súbditos del mal

Ahora espero
con mi cuerpo en los huesos
al lado de la farola apagada
con el frío alentando mi corazón
mis dedos tiritando de dolor
y mi conciencia cayendo
como los ladrillos del muro
que me preservaba
que hacía de mí una persona buena,
una persona persona persona
cuya sombra honesta
llevaba la capa de los justos

Ahora
las cuencas de mis ojos
saben de los buitres
pero no tienen prisa
antes serán podredumbre
pus de herida sin curar
desazón de un cupido herido
que lentamente agoniza
en la acera
mientras todos pasan
y nadie le tiende una mano

Ahora
los zombies
pueblan la tierra
y ya nadie recuerda

¡Oh Dios,
nadie recuerda!

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