sábado, 7 de enero de 2012

El día que sentí mi alma dentro

Un día me desperté
con mi alma dentro de mí
era un día sábado
soleado
en el que el tiempo
pasaba lento
y el sol lucía en lo alto

De repente mi conciencia
pesaba menos que mi alma
un alma que antes de ser mía
fue de alguien que ignoraba
alguien que había sido un otro yo
siempre un otro yo
navegante de cuerpos

Mi existencia se completó
aquel sábado de invierno
y desde entonces
sufro menos huecos
siento las manos llenas
y la esperanza no es esa tenaza
que me aprieta el pecho
sino una puerta abierta
hacia un futuro posible

Desde entonces
escribo montones de versos
que se sueñan también
el alma del alma de mis poemas

Son mis poemas los ríos
que dan sentido a la geografía
de este silencio que no te cuento
el grifo abierto de los susurros
de mi voz que ahora me atrevo
a abrir para que me sientas
en este vivir poético
que alberga refugio, luz
con su sombra de guardaespaldas
y amor en la palma
de mi alma

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