la gloria de un beso
enamorado
es para el sediento
néctar de perdición
mejor a sorbos beber
el elixir de la lengua de fuego
diosa perecedera
que cuanto más consume
más se olvida
porque lo que se tiene
no se echa de menos
y lo que no se tiene
arroja cenizas de ausencia
mejor el roce del agua que fluye
pues ya sólo la arena tiene sentido
para esta tuareg errante
a la que el sol
ya no ciega
ORIGEN y DESTINO del libro Tenemos que hablar y otros cuentos sentimentales
-
Las primeras salidas nocturnas por el ambiente las hice tarde. Primero me
enamoré con veintidós años de alguien que no pudo o no quiso corresponderme
com...
Hace 2 meses
No hay comentarios:
Publicar un comentario