sanguinarios pedazos
de necesidad
sobrevuelan las nubes de la ignominia
el pájaro parapléjico
se empeña torpemente
en apoderarse
de la pista de despegue
mientras los controladores aéreos
discuten entre ellos
nadie advierte del choque inminente
entre la gracia de Dios
y los salvajes murciélagos
de la incertidumbre
una niña ciega es testigo
de la escena
porque ve a través de los ojos
de su mamá
que terca insiste
en que se acabe la sopa
hasta la última cucharada
ORIGEN y DESTINO del libro Tenemos que hablar y otros cuentos sentimentales
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Las primeras salidas nocturnas por el ambiente las hice tarde. Primero me
enamoré con veintidós años de alguien que no pudo o no quiso corresponderme
com...
Hace 2 meses
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