viernes, 10 de diciembre de 2010

Nacer, renacer, enamorarse

Es curioso como el hondo
pozo del corazón se ha ido
vaciando de todos los amores
pasados y ya no queda rastro
de los puñales, de las flechas,
de la sangre y de todo ese vidrio
roto clavado en su palpitar.

Los recuerdos son sólo fotografías
inertes que acechan un memoria libre,
vacía, con todo su potencial
abierto al futuro.

Siempre se nace
y se renace cuando
la mirada enamorada
encuentra días en los que creer
y posibilidad de vida.

No hay comentarios: