Alma libre
cayendo en la inexpresión
de versos podados,
cuerpo espero, cuerpo soy,
y sin embargo,
no abro los ojos,
entierro mis sueños
en la luna que no sale,
me quedo sorda y ciega
ante la imposibilidad
de abrirme como una ventana
y escuchar el latir
de la vida que, acurrucada
en una esquina, me llama
para que le hable
para que me diga
desde el verbo abierto,
surcado, recíproco
de dos que se encuentran
Si fuera tan fácil
no necesitaría
aprender
ORIGEN y DESTINO del libro Tenemos que hablar y otros cuentos sentimentales
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enamoré con veintidós años de alguien que no pudo o no quiso corresponderme
com...
Hace 2 meses
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