jueves, 7 de abril de 2011

Bulimia

En el telediario
dicen 'los buitres
son una especie
protegida' y miro
las páginas salmón
del diario del domingo
y pienso, 'pues va
a ser que sí'.
Luego sigo comiendo,
tanto imágenes
como verdura
salteada de pipas,
lo engullo todo
y no me importa
pesar bastante
más que la media
de la población
aunque soy consciente
de la colonización,
me prefieren gorda
porque así la grasa
oculta mi conciencia
y dentro de un orden
me da igual todo
yo sólo quiero esconder
mi alma que está
muy asustada con tanta
presión del mercado
y el aumento del puto
deficit y esos recortes
en los presupuestos
que al final acabarán
alcanzándola:
todo el mundo sabe
que el alma se adelgaza
cuanta más ignominia
el cuerpo y el cerebro
aceptan; de modo
que apunto en la lista
del super 'comprar
salfumán', por si acaso
se me ensucia de cesio
o de plutonio
aunque no estoy muy segura
de que surta efecto
prefiero hacer algo
a no hacer nada
y sigo comiendo
y veo que la lista
del super se convierte
en un poema enorme
que llama a los pueblos
a sublevarse
y en la calle suenan
himnos compuestos
por raperos que al grito
de 'a la mierda'
alientan a las masas
y yo, más masa que nunca,
porque ya me lo he comido
todo y no lo he vomitado,
salto por la ventana
y vuelo unos instantes
y ahí sé que mi alma
al fin se libera.
Al aterrizar en el suelo,
después de que mi alma
ha salido de mi cuerpo,
encuentro un phoskitos
y sé que la felicidad
consiste en quitarle
un plástico a un pastelito
industrial

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