Ya el sol se apaga
en esta noche del alma
oscura galería
de mis recuerdos
que en las mañanas
olvido mientras miro
las muñecas de mi infancia
La poesía sólo me redime
la luz se quedó en la mirada
de una esperanza antigua,
y es la sombra el abrigo,
la capa alada para salir
a respirar la voz de la palabra
No, no, el arte no nos salva,
pero alivia el paisaje
de este trajín absurdo
en el que vamos dando vueltas
mientras nada cambia
la inclinación del precipicio
Todo desaparecerá un día,
hasta el día, la noche, la primavera,
el calendario de suspiros y dudas
que albergamos en secreto,
y sólo quedará el tiempo,
alzándose en la nada,
gobernando lo que no podemos
imaginar porque raramente
nos planteamos en serio
un porvenir después del desastre
No, no me salva el arte,
sólo redime esta fría y solitaria
noche del alma
A I T A N A
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Somos de la misma generación. Como escribí en La soledad de una isla (Entre
el cuarto oscuro y la utopía queer), de la generación de Los Ángeles de
Charlie...
Hace 5 meses
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