Amo también
los poemas matorral,
los poemas matojo,
los poemas maleza,
los poemas tojo,
los poemas hierba seca,
esos que carcomidos
por la imperfección
debería depilar, podar, sulfatar
pero que dejo estar, reposar,
crecer, sobrevivir, imperar
en el papel del olvido,
como los antiguos temas
de la cara B de un disco
de vinilo, de un cassette
prehistórico, en el que un día
descubrimos la gloria
de los Beattles
ORIGEN y DESTINO del libro Tenemos que hablar y otros cuentos sentimentales
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Las primeras salidas nocturnas por el ambiente las hice tarde. Primero me
enamoré con veintidós años de alguien que no pudo o no quiso corresponderme
com...
Hace 2 meses
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