No te engañes:
el mundo es pequeño
y acaba y empieza en ti.
Solo si los otros
emiten ecos
de lo que tú eres
y tú, crepúsculo
de un dios abandonado,
eres capaz de identificarlos,
el mundo abrirá
ligeramente sus puertas
- ¿una ranura? ¿una grieta?-
mostrando su finita pradera.
Pero no te engañes,
el mundo empieza y acaba
en tus límites.
Ni siquiera un alma
exploradora y suicida
puede abarcarlo
y cae rendida ante la evidencia:
el mundo es tan grande
que empieza y acaba
en los límites de tu ser.
En el mundo se da
esta paradoja,
no te engañes,
en el mundo,
'pequeño, grande, infinito',
son sinónimos.
ORIGEN y DESTINO del libro Tenemos que hablar y otros cuentos sentimentales
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Hace 2 meses
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