Establecí que mi alma
se quedaría al cuidado
de mi casa
pero mi cuerpo
-cada día más ajeno-
viajaría más allá de los fértiles lagos.
Tardó mi cuerpo años en regresar
y no sabía mi alma si había sido sustituida
por otra y esto la angustiaba.
Pero una mañana de noviembre
una sombra parecida a lo que había sido
mi cuerpo
se arrastraba marchito
pidiendo agua.
Tardó varios días en decir palabra
y cuando finalmente lo hizo
hubo que sujetarlo
por los hombros.
Nowhere, pronunció.
Nowhere, repitió.
Y echándose en mis brazos
prometió quedarse para siemrpe.
Desde entonces toda mi descendencia
sabe que para caminar
por el futuro
la unión de alma y cuerpo
es la pasión que nos hace
estar vivos.
Aunque no exista más país
que ese al que llaman Nowhere.
ORIGEN y DESTINO del libro Tenemos que hablar y otros cuentos sentimentales
-
Las primeras salidas nocturnas por el ambiente las hice tarde. Primero me
enamoré con veintidós años de alguien que no pudo o no quiso corresponderme
com...
Hace 2 meses
No hay comentarios:
Publicar un comentario