miércoles, 2 de noviembre de 2011

Tampoco Nueva Zelanda existe

Tal vez el mundo no exista
más allá de esta Barcelona anual
y la estival Galicia
y todo sea un sueño eterno.

Ya lo decía mi abuela:
somos hijos de los muertos.

Inmóvil dentro de una pócima
química, nunca iré a ninguna parte.

No, tampoco Nueva Zelanda
existe.

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