Mil veces puta sea la lengua
más la palabra no,
la palabra sagrada
guárdela el celador
de entrenmundos
para que brille en los amaneceres
del cuerpo que cobija
la grandeza del alma
Y si ha de salir a la intemperie
de un verso pobre
que el viento arrastre
como hoja seca
hacia el vertedero de ceniza
vaya la palabra
acompañada de mi sombra
que el sol a veces duele
y la luna no sabe dónde meterse
ORIGEN y DESTINO del libro Tenemos que hablar y otros cuentos sentimentales
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Las primeras salidas nocturnas por el ambiente las hice tarde. Primero me
enamoré con veintidós años de alguien que no pudo o no quiso corresponderme
com...
Hace 2 meses
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