He crecido para ser adolescente
siempre
y dejar atrás
definitivamente la madurez
de mi infancia.
La necesidad
de alcanzar la edad que se es
resulta imprescindible
para que las partes del todo
se puedan mover con libertad
y encajen en la posición cualquiera
en la que estén:
ser también es tiempo justo para vivir
siendo.
Así seguir siendo punto y aparte
de lo que se ha sido
y a la vez memoria viva
de todos nuestros yoes anteriores
y auténticos pero ya no propios
se hace posible, compatible y
enriquecedor;
cuando menos se logra mirar al pasado
con ternura y ausencia de vergüenza.
En resumen: se trata de estar siempre
dispuesta
a morir ahora
para poder vivir plena siempre e
intensamente
todos y cada uno de los instantes que
toca vivir
-ya sean inútiles, trascendentes,
imprescindibles,
o como la mayoría, deliciosamente
pasajeros y efímeros-.
Existencia y muerte son estados
que hay que transitar sin pretensiones
de perdurabilidad.
Llegar a tu tiempo ser consigue que la
extrañeza
del mundo deje de horadar el interior;
inunda el paisaje con reveladora
tranquilidad.
Casi diríase sentido de la vida.
Foto El entierro de la rosa de LFJ
BSO Rosas en el mar, versión Tam Tam Go o Times times go
1 comentario:
Y luchar contra ese reloj biológico que nos recuerda lo difícil que resulta eternizar...áun así la vida es hoy.
Un beso
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